¡Diástole trazo!
¡Sístole pincelada!
¡Diástole trazo!
¡Sístole pincelada!
¡Diástole trazo!
Soy un puto genio.
...
Mis instintos son arte.
Trazos lacados cuando te beso,
incisos cuando te amo,
leves y ciegos cuando te odio,
pictóricos cuando dominan tus ojos mi obra.
Mis instintos son arte.
Lava cuando te vivo.
Líneas oblicuas cuando desnudo
aplico fuertes temperas sobre tus pechos.
Quema cuando te atrapas,
en las leves acuarelas frias
que forman mis sabanas de hielo.
Mis instintos son arte.
Esbozos de tus labios
garabatos de tu legua,
que limpian por todas mis partes
sin dejar mas que el color
inocuo de la baba.
Mis instintos son arte.
Banquisa flotante
que se funde
cuando tu me enlazas
en la paleta del infinito,
de mi yo finito.
Imagen de Pat Andrea (recomiendo fervientemente su obra)
si no hay semilla
mas placentera en su vientre
ni más digna de devoción
que el café de las 15:00 h.
Todo comienza
con ese ritmo de muñeca estilizado
pactado con el ansia
a esperas de los varios lametazos
a la cuchara vestida de espuma, ¡quema!
Le acompaña ese olor
de dedos inciertos,
mientras su humedad
hace un guiño
a nuestro olfato.
Llámenme pequeño ramero
si lo pido largo
y de un trago,
dejo que penetre caliente
lubricando los poros de mis ojos
y con la lengua aún cachonda
muerdo mis labios
manchados por la lujuria húmeda
de la taza ahora desnuda.
Llámense mentirosos
si no adoran esta rutína bendita.