domingo, 25 de enero de 2009

Fabricándome placer


Díganme ignorante

si no hay semilla

mas placentera en su vientre

ni más digna de devoción

que el café de las 15:00 h.


Todo comienza

con ese ritmo de muñeca estilizado

pactado con el ansia

a esperas de los varios lametazos

a la cuchara vestida de espuma, ¡quema!

Le acompaña ese olor

de dedos inciertos,

mientras su humedad

hace un guiño

a nuestro olfato.


Llámenme pequeño ramero

si lo pido largo

y de un trago,

dejo que penetre caliente

lubricando los poros de mis ojos

y con la lengua aún cachonda

muerdo mis labios

manchados por la lujuria húmeda

de la taza ahora desnuda.


Llámense mentirosos

si no adoran esta rutína bendita.

1 comentarios:

pepa mas gisbert dijo...

No me llamo mentirosa porque esa rutina la bendigo y mas de una vez al día.
Yo me lo pido corto y me lo bebo en cuatro sorbos, no se como me llamarás, yo te llamo poeta.

Besos